miércoles, 23 de febrero de 2011

Celíacos en Argentina: Una enfermedad y muchos problemas

Nota de Prensa
POR Fermín Koop "notio.com.ar"
04 DE FEBRERO DE 2011

Son cada vez más las personas diagnosticadas con celiaquía pero los problemas que rodean a la enfermedad siguen presentes. Precios elevados y rechazo de las obras sociales son sólo algunos de los obstáculos.

La celiaquía es un trastorno intestinal provocado por la intolerancia crónica al gluten de trigo, avena, cebada y centeno (T.A.C.C) que en Argentina se estima que afecta a una de cada cien personas. “El consumo de la proteína produce una lesión en el intestino delgado afectando su capacidad de absorber nutrientes y otras alteraciones extradigestivas”, dice Carlos Waldbaum, médico gastroenterólogo del Hospital de Clínicas José de San Martín.

Entre los chicos con predisposición a desarrollarla, el inicio de la enfermedad suele presentarse alrededor de los 2 o 3 años. Entre los adultos puede manifestarse entre los 30 y los 40. En muchos casos puede pasar prácticamente inadvertida hasta que se manifiestan algunas complicaciones. Por eso, entre las enfermedades, se la conoce como la “gran simuladora”, porque hay síntomas que en nada o poco llevan a pensar en este trastorno.

Actualmente el diagnóstico se basa en la sospecha clínica, serología y biopsia intestinal compatibles con la celiaquía. En general ninguna de las pruebas por sí sola confirma la condición. “En nuestro medio suele haber un déficit en el diagnóstico ya que los médicos suelen asociar los síntomas a enfermedades más comunes”, reconoce Waldbaum.

El único tratamiento eficaz de la enfermedad es una dieta estricta sin gluten durante toda la vida. Con ellos se consigue la mejoría de los síntomas en dos semanas, la normalización de las pruebas de laboratorio a los 6 y 12 meses y la recuperación de la integridad del intestino delgado a los 2 años de iniciado el tratamiento.

Un giro de 180 grados

Los problemas del celíaco no terminan al momento de ser diagnosticado, ya que es muy difícil seguir la dieta libre de gluten. Dado que la proteína se utiliza ampliamente en la industria alimentaria, cosmética y farmacéutica, muchas veces en cantidades mínimas, no es posible saber si un producto es apto a menos que este haya sido analizado.

El diagnóstico de la enfermedad en un adulto significa un gran cambio en muchos aspectos de su vida. Hay que adaptarse a nuevas marcas y el costo de los alimentos se incrementa significativamente.

“Hay muchos más productos que uno puede consumir pero no están rotulados como aptos. De esa manera no podemos acceder a alimentos simplemente por no saber si contienen o no gluten”, afirma Mónica Benain, dueña de CeliGourmet, una empresa de alimentos para celíacos.

El hábito de ir de compras se vuelve una tarea dificultosa para las personas que padecen esta condición. Las grandes marcas en su mayoría incluyen la leyenda “puede contener trazas de gluten” para evitar producir una alternativa sin la proteína.

“Necesitamos una mayor oferta de productos seguros, debidamente rotulados y que los mismos sean accesibles para todos los celíacos argentinos”, opina Gladys Altamirano, vicepresidente de la Asociación Celíaca Argentina.

En diciembre de 2009 el gobierno argentino sancionó la ley celiaca 26588 donde se impulsa que todos los productos estén rotulados con la leyenda “libre de gluten- Sin T.A.C.C” acompañada por lo menos de alguno de los dos símbolos de uso corriente en nuestro país. Sin embargo, la misma todavía no fue reglamentada. Por ello, hoy solamente las empresas están obligadas a incluir la leyenda y el uso del símbolo es optativo.

En busca de un menú apto

Al recibir la noticia de su condición, el celíaco debe organizar su dieta y empezar a elaborar y adquirir productos que no contengan gluten. Si bien la tarea requiere un gran esfuerzo, es posible su cumplimiento estando en el hogar.

El problema aparece al salir a la calle. Son muy pocos los restaurantes y hoteles que ofrecen un menú apto por lo que los celíacos deben salir siempre de su casa con una vianda alimentaria. “Si vas a un bar, lo único que podés consumir es un café. Siempre tenés que salir con algo en la cartera porque sino pasás hambre”, evalúa Benain.

“La realidad marca que es necesario continuar concientizando al sector gastronómico/hotelero para que nos incluyan y evitar depender de nuestras obligadas viandas”, sostiene Altamirano.

Sin cobertura

Las dificultades para concretar la dieta no se limitan a la búsqueda de productos aptos y de restaurantes con un menú sin gluten. Las obras sociales y las empresas de medicina prepaga no reconocen a la celiaquía como a otras enfermedades, obligando a que el celíaco tenga que enfrentar el costo de los estudios de diagnóstico.

Para realizar la evaluación y conocer si se padece de la enfermedad, es necesario realizar un estudio endoscópico y un análisis donde se chequean los anticuerpos específicos. Algunas compañías no cubren algunos o todos los anticuerpos. Es por ello que se reclama la pronta reglamentación de la ley.

“Otro de los inconvenientes que se le presentan al celíaco actualmente, es la imposibilidad de poder optar libremente por un servicio de salud. Las principales obras sociales y prepagas no admiten afiliaciones voluntarias de pacientes celíacos. La Celiaquía pasó a considerarse una enfermedad preexistente, lo cual nos perjudica” remarca Altamirano.