jueves, 27 de diciembre de 2012

Por qué han aumentado tanto los casos de enfermedad celíaca

De condición rara ha pasado a ser un trastorno frecuente, al punto que se calcula que una de cada 100 personas la padece, aunque la mayoría no lo sabe. Se tiene casi la sensación de estar ante una "epidemia".

Cada vez hay más celíacos. Crece el espacio en las góndolas de los supermercados con productos libres de gluten. Hasta se debaten regulaciones y leyes para la industria alimenticia y la salud con el fin de proteger a los que padecen intolerancia a ese elemento.
¿Qué pasó para que lo que era una condición rara y grave, que por lo general se daba sólo en niños, tenga hoy la altísima prevalencia de un 1% del total de la población lo que la convierte en una enfermedad frecuente.

¿Más enfermedad o más diagnóstico?
“En realidad desde hace años sabemos que no es una enfermedad rara, que hay una prevalencia de 1% de enfermos celíacos sobre el total de la población y que por lo tanto ya constituye una enfermedad frecuente en la clínica”, dijo a Infobae el doctor Julio Bai, jefe del Departamento de Medicina Interna del Hospital Municipal de Gastroenterología Dr. C. Bonorino Udaondo.
“En los últimos 10 años ha mejorado notablemente la capacidad de los médicos de diagnosticar porque están conociendo la enfermedad y porque tienen herramientas para hacerlo y eso puede dar una falsa idea de ‘epidemia’”, agregó.
“Cuando yo empecé en la profesión hace 30 años la enfermedad celíaca era de niños, de gente joven, y era excepcional, respondió por su parte el Dr. Juan De Paula, jefe del Servicio de Gastroenterología del Hospital Italiano, ante la consulta de Infobae. Lo que cambió la alerta médica fueron los anticuerpos, la capacidad de detectarlos en sangre. No hay epidemia sino una real prevalencia, de alrededor del 1% de la población total. Está sub-diagnosticada todavía. En el Hospital Italiano hicimos un estudio –pensemos que se trata de un ámbito de alerta elevada y de una población muy vigilada-, y sin embargo sólo se detectó en 1 de cada 300, lo que indica un diagnóstico muy por debajo de la prevalencia”.
El doctor Bai, por su parte, cree que además del aumento de los diagnósticos, hubo un aumento de casos: “Un hecho importante es que la real prevalencia de la enfermedad –esto se sabe por estudios hechos en Holanda, Finlandia y estados Unidos- se ha duplicado o sea que además de diagnosticarse más, mucho más, hay un real aumento de la enfermedad. No es fácil de explicar, pero no ocurre sólo con la enfermedad celíaca sino con otras autoinmunes, como la diabetes tipo 1 o la enfermedad tiroidea, que están duplicando su prevalencia cada 20 años aproximadamente”.
En cuanto a las causas posibles de esto, dice: “Hay muchas teorías, como que se han producido mutaciones en la estructura los cereales, otras que tienen que ver con alteraciones del mecanismo de defensa del organismo, pero ninguna de esas cosas está hoy por hoy probada”.

Cómo se la detecta
“Hoy –dice De Paula- la tendencia es alertar a todos los médicos, no sólo a los gastroenterólogos, de las condiciones que puedan estar relacionadas con la enfermedad celíaca, porque los clínicos y otros especialistas detectan cosas que pueden tener que ver con este trastorno, tales como anemias, alteraciones de la fertilidad, osteoporosis, enfermedades de la piel y algunas neurológicas. Entonces muchos pacientes reciben el diagnóstico no por ir al gastroenterólogo sino a partir de la consulta con otro especialista”.

Sin embargo, advirtió que, como “la dieta libre de gluten puede mejorar la calidad de vida de personas que no son celíacas, o borrar algunos de los marcadores de la enfermedad en quienes sí lo son, además de que los tratamientos suelen tener un efecto placebo, nunca hay que comenzar una dieta libre de gluten sin tener un diagnóstico confirmado”.
En cuanto al proceso de diagnóstico, el Dr. Bai lo describe así: “Por lo general, el paciente consulta por síntomas como distensión, dolor abdominal, diarrea, pérdida de peso; puede también haber anemia crónica. El médico pregunta antecedentes, evalúa clínicamente al enfermo. El siguiente paso es la búsqueda de anticuerpos en la sangre y luego se confirma con biopsia que muestra la alteración de la vellosidad de la mucosa del intestino delgado”.
Existe también el sobrediagnóstico de la enfermedad, en general por médicos que no son expertos en el tema, debido a una mala interpretación de la biopsia que puede dar falsos positivos. Pero en realidad es una enfermedad más sub que sobre diagnosticada, algo que, dicen los especialistas, ocurre con frecuencia con enfermedades como ésta que tiene un espectro muy amplio: de casos gravísimos a personas que no tienen casi sintomatología.

El riesgo de no saber
¿Qué pasa con los pacientes que no son diagnosticados?

“Lo que se sabe –respondió De Paula- es que en general los no diagnosticados son los que tienen menos síntomas porque es una enfermedad que presenta muchos grados, desde un chico que si no deja el gluten está en riesgo de muerte hasta un señor al que se le diagnostica la enfermedad a los 90 años y vivió siempre con ella sin mayores trastornos. O sea que el espectro clínico es enorme y por eso el impacto clínico de los pacientes con pocos síntomas es menos conocido. De cualquier manera se sospecha que la exposición al gluten de forma persistente en pacientes no diagnosticados incrementa el riesgo de la aparición de enfermedades autoinmunes como la diabetes, la enfermedad tiroidea y otras complicaciones”
Al respecto, cita un ejemplo interesante e inquietante: “En EEUU se hizo un trabajo a partir de descongelar el suero de personas a las que se les había extraído sangre muchos años atrás y lo que se encontró fue que la gente que tenía anticuerpos que indicaban enfermedad celíaca mostraba también mayor incidencia de neoplasias o tumores”.
“Hoy sabemos lo que les puede pasar a los diagnosticados pero no es posible seguir al que no lo está –dice el doctor Julio Bai- y sólo tenemos diagnosticado el 5% del total de celíacos que calculamos debe haber. De los no diagnosticados, es muy probable que la mitad sea porque tienen escasa percepción de la enfermedad y por lo tanto no consultan al médico. Hay individuos que tienen poca sintomatología o inclusive ninguna”.
“En cuanto a los diagnosticados, agrega, lo que vemos es baja calidad de vida, aumento de tumores, fracturas, alteraciones nutricionales; pero estamos hablando de individuos que se encuentran en el extremo más agudo de esta condición. Por otra parte, los síntomas son bastante compartidos con otras enfermedades, con cualquier alteración del aparato digestivo, como por ejemplo el intestino irritable”.
¿Puede haber una intolerancia al gluten pasajera o no relacionada con la enfermedad celíaca?
“Hay una entidad nueva llamada sensibilidad al gluten no celíaca, es decir que no genera lesión o daño importante en la mucosa intestinal, pero sí mala calidad de vida”, dice Bai.
También De Paula menciona esta “intolerancia al gluten no celíaca” que es “nueva en el mundo de la ciencia porque se la detectó recientemente y se la está empezando a describir: la diferencia es que la enfermedad celíaca produce anticuerpos y daño epitelial de la mucosa del intestino delgado y en el otro caso no hay atrofia de las vellosidades de esa mucosidad”.

Severidad de la dieta
¿Es complicado el tratamiento de esta enfermedad?

“Hay dos formas de ver esto, dijo De Paula. Cuando el paciente está muy enfermo, grave, tener un tratamiento sin drogas y que permite una mejoría clara sin otra cosa que una dieta suena muy bien. El problema es cuando el paciente tiene muy pocos síntomas y tiene que adoptar hábitos alimenticios que implican un cambio drástico de estilo de vida, porque el gluten no está sólo en los productos obvios, como el pan, las pastas, las galletitas, las pizzas y empanadas, sino que también está en la mayor parte de los productos de la industria como por ejemplo jamones, embutidos, latas, dulces, golosinas, dentífrico, yogures”.

La presencia de este producto en tantos alimentos elaborados se debe a sus propiedades. La palabra gluten viene de aglutinar. Sus propiedades únicas de absorción de agua, viscoelasticidad y termocoagulación lo diferencian de las demás proteínas vegetales. Además no tiene gusto y es económico, lo que lo vuelve muy apto para industrializar alimentos.
“Eso coloca al paciente en una restricción muy severa y le exige un gran conocimiento de los alimentos, marcas y presentaciones, dice De Paula. Por otra parte debe luchar contra la propia familia y los amigos que le dicen ‘no seas obsesivo’, ‘probá un poco’, ‘qué te va a hacer una galletita o un chocolatín’, pero como es una enfermedad inmunológica no tolera el gluten ni aún en cantidades muy pequeñas. Así que el paciente debe luchar contra su propio deseo de comer lo que le está vedado, más la gente que lo trata de obsesivo. Por lo tanto hay que hacer un entrenamiento del paciente, de la familia y de la sociedad”.

Fuente: Infobae. Jueves 27 de diciembre
http://www.infobae.com/notas/686854-Por-que-han-aumentado-tanto-los-casos-de-enfermadad-celiaca.html

Como hacer una masa de tarta brisée libre de gluten

Una masa suave, quebradiza y con suave sabor a manteca… pero sin gluten. No es fácil de amasar porque no tiene gluten, que amalgama, pero lo mejor es ponerla sobre la base de la tarta y estirarla con los dedos, sobre ella. Despues, un buen rato en la heladera, antes de rellenarla.


Para una tarta de unos 25 cm de diámetro, mezclamos 100 grs de harina de arroz, 70 gramos de harina de quinoa, 20 gramos de almidón de maíz, 2 cdas de sal fina, 1 cda de te de polvo de hornear. Podemos incorporar otros condimentos y algunas hierbas, si nos gusta. Ponemos todo en la procesadora y mezclamos bien.
Añadimos despues 100 gramos de manteca fria cortada en cubos hasta conseguir un arenado clásico. Añadiños un huevo y agua helada de a cucharadas si es necesario para hacer el bollo.
Retiramos de la procesadora, lo armamos, envolvemos en papel film y dejamos en la heladera por media hora. Al cabo de este tiempo la sacamos y distribuimos sobre la base y los lados de la tartera. Ya está lista para rellenar!!!

Fuente: Blog Mi cocina Amateur. Publicado el por
http://blogs.lanacion.com.ar/cocina-amateur/recetas-aptas-para-celiacos/como-hacer-una-masa-de-tarta-brisee-libre-de-gluten/

Listado de productos navideños

http://www.celiaco.org.ar/images/stories/Especial_Fiestas_2012.pdf

Fuente: Asociación Celíaca Argentina

6 de cada 10 pacientes con diabetes tipo 1 desarrolla la enfermedad celíaca años más tarde

La diabetes tipo 1 y la enfermedad celíaca, además de compartir rasgos en común y de estar ambas asociadas a procesos autoinmunes, afectan sobre todo a la población joven en general y a las mujeres jóvenes en particular. Estudios recientes revelan que el porcentaje de celíacos entre los pacientes diabéticos tipo 1 varía entre un 2 y un 16 %, siendo asintomáticos para la enfermedad celíaca 6 de cada 10 diabéticos.
En el caso de los celíacos, hasta un 2 % desarrolla la diabetes, que siempre es sintomática cuando aparece. En nuestro país existen más de 60.000 personas diagnosticadas de enfermedad celíaca, pero se estima que hay muchos más casos sin detectar.
La asociación entre diabetes tipo 1 y enfermedad celíaca es altamente frecuente, por lo que no sólo se recomienda para el diagnóstico de enfermedad celíaca la detección de anticuerpos una vez se ha detectado la diabetes, sino que debe llevarse a cabo de forma anual y durante al menos diez años desde el comienzo de enfermedad,” ha explicado el profesor Carlo Catassi de la Universidad Politécnica delle Marche de Ancona, Italia, perteneciente al Club Científico de Dr. Schär.
Los síntomas de la enfermedad celíaca en pacientes con diabetes tipo 1 son extremadamente parecidos o incluso inexistentes en un primer momento; mientras que los celíacos diabéticos se encuentran con la difícil situación de controlar de forma simultánea los niveles de insulina y azúcar, así como de llevar una dieta exenta de gluten.
De acuerdo con numerosos dietistas y nutricionistas, el tratamiento más eficaz para los diabéticos celíacos es mantener una dieta mediterránea completamente libre de gluten optando por alimentos ricos en fibra (adecuados para diabéticos), así como llevando unos hábitos de vida saludables que ayuden a controlar el índice glucémico.
 
15 de noviembre de 2012

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Los restaurantes, con platos para celíacos

Así lo decidió la Legislatura de la Ciudad, tras aprobar el proyecto del diputado Claudio Presman (UCR).

Todos los restaurantes porteños tendrán que incluir en su menú un plato apto para celíacos, de consumo seguro, manipulado exclusivamente con utensilios que no tengan contacto con alimentos con TACC (Trigo, Avena, Cebada, Centeno). Así lo decidió la Legislatura de la Ciudad, tras aprobar el proyecto del diputado Claudio Presman (UCR).

La norma también indica que si el establecimiento gastronómico cobra servicio de mesa, deberá ofrecer un mínimo por persona de 250 centímetros cúbicos de agua apta para el consumo; un producto de panera disponible para celíacos o libre de gluten; sal modificada libre de sodio como opción a la sal tradicional; y pan común o dietético a elección del cliente. Además, establece que el cargo por servicio de mesa no podrá cobrarse a menores de 12 años.


Fuente: Diario La Razón, 03/12/2012